María Rosa Lojo realizó una estancia docente, de investigación y de escritura, en la Universidad de Navarra (Pamplona, España). Dictó la asignatura “La ficción histórica. Teoría y crítica” e impartió un seminario para profesores sobre ediciones críticas.
Durante su estadía, Lojo investigó sobre el personaje que será objeto de una próxima novela: Catalina/ Antonio de Erauso, internada cuando niña en el convento de San Sebastián el Antiguo y fugada de allí en la adolescencia. Inspiró uno de sus cuentos: “El alférez y la provisora”, publicado en el libro Amores insólitos de nuestra historia.
La monja que nunca llegó a profesar se construyó una identidad masculina, y terminó sus días en las Indias Occidentales como don Antonio de Erauso, con licencia del Papa para vivir en traje de varón. Ejerció diversos oficios, entre ellos los de comerciante, arriero y soldado. Como militar, obtuvo en Chile el grado de alférez. Su huella está presente en la memoria del País Vasco, sobre todo en Donostia/ San Sebastián, ciudad de su nacimiento.